PIENSO, ¿PERO EXISTO?
No se puede pensar en Descartes sin pensar en su célebre
frase, pienso luego existo. Para llegar a ella descartes duda de todo hasta
llegar a la conclusión de que, de lo único que no se puede dudar, es de si se está
dudando, dudar es una forma de pensar, y solo aquello que piensa existe,
creando así el pienso luego existo, un
axioma universal, una verdad indubitable… según Descartes.
Es un hecho que se puede existir o no existir, y se puede
dudar o no dudar, si hacemos una matriz con estas propiedades nos salen cuatro
posibilidades. La primera es existir y no dudar, lo que vendría a ser una piedra,
una piedra no duda por lo que no tiene consciencia y una existencia sin
consciencia es como no existir en absoluto. La segunda es existir y dudar,
nuestra condición y la que admite Descartes para el hombre, para que una duda
se considere la duda de un ser existente (duda
existencial) debe cumplir tres requisitos: que la duda responda a un estimulo
sensible o racional captado por el ser, un análisis propio del ser de las
posibilidades o opciones acerca de las que se están dudando, y elegir una opción
pudiendo haber elegido la otra, es decir no estar predestinado, solo
puedes dudar si ir por un camino u otro si eres capaz de elegir los dos. La tercera
es no existir y no dudar, y la cuarta es la que Descartes no contempla pero
existe, que es no existir y dudar*.
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dudar
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No dudar
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Existir
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X
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X
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No existir
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X
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X*
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Para explicar
la cuarta posibilidad expondré un ejemplo. Hoy en día la tecnología crece
exponencialmente, ya existen bots que
son capaces de aprender solos juegos y tareas, y son ellos los que nos analizan
y deciden con que anuncios bombardearnos. No es difícil imaginar que en un
futuro se cree un superordenador capaz de crear una simulación perfecta, y en
ella personajes electrónicos que duden (si
no eres tan tecnoptimista, no pasa nada, porque como mínimo existe la
posibilidad de que este ordenador pudiera existir y con eso basta para entender mi punto), obviamente
la duda de estos personajes no es una duda real, ya que entonces serian parte
de la primera posibilidad y el ordenador seria un dios, el ordenador les daría la
sensación de dudar, es decir poseerían una duda
inducida, reaccionarían a un estímulo que el ordenador les ha preparado o
inducido, analizarían las posibilidades mediante un proceso guiado por el
ordenador y optarían la solución que el ordenador ha querido que elijan. La
diferencia fundamental entre la duda existencial y la inducida es el libre albedrio y la semejanza
crucial es la imposibilidad de saber cuál es la que posee uno, ya que incluso
la misma duda de dudar de si estas dudando podría ser inducida, y como este escenario una posibilidad, y no eres
capaz de saber si estas en el o no, de si eres un puñado de unos y ceros con un
pensamiento falso guiado por un algoritmo , puedes dudar de si es estas dudando
realmente o es una duda inducida, ergo a pesar de que estés pensando, eso no
quiere decir que existas.
Si el ejemplo
del superordenador no es convincente, el ejemplo puede ser cualquier cosa, un
dios, una raza alienígena, matrix, bandesnacht…
Pero esta no
es una idea escéptica que quite a la realidad de objetividad, considero que
existe una realidad objetiva, pero que nosotros solo podemos captar parte de
esa realidad con certeza a partir de la información racional y empírica (prueba
de ello son las representaciones abstractas y antintuitivas de la física), convirtiéndose
en ese límite en nuestra realidad, y no tenemos que preocuparnos por la parte
de la realidad que no somos capaces de conocer, por lógica solo debemos
preocuparnos de aquello que nos pueda afectar o que nosotros podamos reconocer
y no hay nada en la parte de la realidad objetiva que no podemos conocer que
nos afecte o que podamos reconocer.
Gerardo
Guijarro